Isabel Díaz Ayuso continúa protagonizando las polémicas más flagrantes dentro del ámbito de la política. La edil del Partido Popular ha insistido durante las últimas semanas en pronunciarse sobre cuestiones nacionales con estrategias de comunicación perversas, donde ha llegado a contestar con un tajante “efectivamente” a una periodista que le preguntaba sobre si las “ayudas a la maternidad, al empleo, a niños con enfermedades graves” contempladas en el Plan de Igualdad lanzado por la cartera de Irene Montero le parecían “un derroche”.
Los permisos de maternidad y paternidad, la conciliación o la lucha contra las violencias machistas son derechos. Sin ellos las mujeres viven peor.
El PP de Ayuso y Feijoo apuesta por la desprotección de las mujeres con tal de pactar con VOX. Estaremos aquí para impedírselo. pic.twitter.com/U5BMP4PKzz
— Irene Montero (@IreneMontero) March 16, 2022
La Presidenta madrileña ha evitado así que se hable de la línea de investigación que mantiene abierta Anticorrupción, en la que se apunta que la empresa Priviet Sportive S.L., propiedad de su amigo Daniel Alcázar y que no se dedicaba hasta la fecha de la contratación con la Comunidad de Madrid a la distribución de material sanitario, podría ser una sociedad pantalla utilizada para que su hermano, Tomás Díaz Ayuso, cobrara una comisión valorada en más de 55.000 euros.
Según ha podido saber El País, el punto clave de la investigación reside en averiguar si Tomás intervino en el origen del contrato público. “Todos los indicios apuntan a que Priviet Sportive actuó como su testaferro, pero no existe una prueba concluyente”, dice Manuel Villoria, catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad Rey Juan Carlos y experto en corrupción, en declaraciones para este diario.
Asimismo, para la fecha de adjudicación del contrato con la Consejería de Sanidad, Tomás ya no se dedicaba al mundo sanitario. Su currículum de LinkedIn reflejaba que era jefe directivo en una empresa de luces Led de Seseña (Toledo) llamada Artesolar. Empresa, por cierto, también beneficiada por las adjudicaciones de emergencia (a dedo, sin concurso ni publicidad).
En particular, el 4 y 5 de marzo de 2020 se realizaron con dicha entidad dos contratos por las cuantías de 9.554,16 euros y de 11.942,7 euros respectivamente. Ambas, con idéntico concepto: “LÁMPARA”, según se observa en el portal de transparencia de la Comunidad, y para el mismo hospital: el Ramón y Cajal.
Ambas cuantías son inferiores al límite de 18.000 euros que establece la ley para tramitar la adjudicación por la vía de urgencia, cantidad que se ve superada si se suman ambas. A esa sospecha se le añaden las similitudes de concepto, lugar de actuación y fecha de emisión que “pueden ser constitutivos de delito”, en declaraciones de Alejandra Jacinto, letrada y portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, con la que su formación ya amplió la denuncia ante la Fiscalía. Por estas actuaciones, el hermano de Ayuso habría cobrado un total de 283.000 euros.
Esta empresa se ha apresurado a desligarse de él y ha dicho que solo trabajaba para ellos de forma puntual, tras lo cual Tomás procedió a borrar su perfil en esa red social. El contrato de 1,5 millones de euros con Priviet Sportive fue también adjudicado a dedo, aprovechando un recurso permitido por la ley debido a la crisis sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus.
Este procedimiento, tal como advierten expertos, derriba todas las garantías habituales contra las posibilidades de cometer delitos relacionados con la corrupción para favorecer una respuesta rápida de la administración.
Por su parte, Isabel Díaz Ayuso se sigue limitando, preguntada por el asunto, a alegar “desconocimiento” y apelar a la emocionalidad para no asumir responsabilidades sin más prueba que su testimonio. “Yo no sé qué hace cada uno en cada momento”, le contestaba en entrevista a Pedro Piqueras durante la noche del pasado martes preguntada sobre su propio hermano. “Yo lo que tengo claro es que jamás he ayudado a mi familia en nada”.
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