“Ni siquiera las amenazas de muerte de estos pseudocomandos de la ultraderecha van a distraernos de nuestra tarea de reforzar la justicia social y una recuperación económica que no deje a nadie atrás. Frente a los ultras: justicia social, democracia, libertad, Gobierno”. Esta es la respuesta del vicepresidente de Derechos Sociales del Gobierno de coalición y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, a un vídeo en el que varias personas realizan un simulacro de fusilamiento sobre imágenes del propio Iglesias, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; de la ministra de Igualdad, Irene Montero, y del portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique. El Gobierno ha mostrado su “total repulsa y condena” de unos hechos que “siembran el odio” y “alimentan a los sectores más ultras de la sociedad que pretenden destruir valores esenciales de nuestra democracia y de nuestra Constitución, como son la convivencia y el respeto absoluto de la pluralidad política”. Además, fuentes del Ejecutivo han anunciado por un lado que Policía Nacional y Guardia Civil han abierto sendas investigaciones para identificar cuándo y dónde se produjeron los hechos y quiénes son sus autores y por otro lado que la Abogacía del Estado denunciará los hechos ante la Fiscalía.
La publicación del vídeo se produce el mismo día en que han trascendido las amenazas de muerte y graves insultos sobre Iglesias y Echenique proferidas por un concejal del PP en el municipio zaragozano de Novallas en su perfil de Facebook, que han provocado que el secretario de Comunicación de Podemos, Juanma del Olmo, haya advertido de que si el PP y su presidente, Pablo Casado, “no responden, es que consienten” las amenazas y graves insultos proferidas por su edil. Casado ha callado. Sí se ha pronunciado el presidente del PP Aragón, Luis María Beamonte, que se ha limitado a tildar las amenazas de muerte y graves insultos de “tremendamente desafortunadas” y de “auténtico error” y ha asegurado que “nunca apetece” escuchar ese tipo de declaraciones. Además, ha asegurado que ha hablado con el concejal y que este “se ha comprometido a pedir perdón públicamente”. “Ojalá todos tuvieran esa ejemplaridad cuando esas cosas ocurren”, ha zanjado.
Estos hechos se producen apenas diez días después de que el Tribunal Supremo confirmara una pena de nueve meses de cárcel al cantante Pablo Hasel por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la monarquía y a las fuerzas de seguridad a través de mensajes “atentatorios” en redes sociales. Otro cantante, César Strawberry, fue condenado en 2017, también por el Supremo, a un año de cárcel también por enaltecimiento del terrorismo por el contenido de varios tuits, aunque el Tribunal Constitucional anuló la sentencia el pasado mes de febrero. Ni los mensajes de Hasel ni los de Strawberry, a los que se ha acusado de “sembrar el odio”, resisten comparación con los del concejal del PP en Novallas –“ojalá cuando pase esto los asesinen a la vista de sus mujeres e hijos” o “a ti lo mejor es pegarte un palizón y dejarte vegetal porque pegarte dos tiros es muy rápido, pedazo de mierda”–, sobre los que Casado no se ha pronunciado y sobre cuyo autor el presidente del PP de Aragón ha alabado su “ejemplaridad” porque “se ha comprometido a pedir perdón públicamente”. En cuanto al simulacro de fusilamiento de Sánchez, Iglesias, Marlaska, Montero y Echenique, habrá que esperar al resultado de las investigaciones abiertas por Policía Nacional y Guardia Civil y a la respuesta de la Fiscalía a la denuncia de la Abogacía del Estado. En cualquier caso, es evidente que tanto a los mensajes en redes sociales como a ese tipo de hechos en España se les viene aplicando distinto rasero según de dónde procedan.
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