Según la información publicada en el portal de Noticias de América Latina y El Caribe, han detenido a integrantes de la Coordinadora Popular para la Defensa de la Democracia y la vida de la Zona Sur de Cochabamba (centro de Bolivia).
Entre los detenidos por las autoridades policiales están los dirigentes de la Coordinadora Popular Osvaldo Gareca y Remmy Fernández, así como la candidata al Senado por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Lucy Escobar.
El hecho ocurrió a las 07:00 de la mañana del martes frente al Campo Ferial Laguna Alalay, donde se realizó una convocatoria a los medios de comunicación para relatar lo recolectado en la campaña solidaria denominada “Solo el pueblo salva al pueblo. #ChapareSomosTodos”.
Los dirigentes fueron detenidos cuando portaban un camión con alimentos de primera necesidad y materiales sanitarios para los habitantes del Trópico de Cochabamba, quienes padecen las consecuencias más graves de la COVID-19 producto del abandono del Gobierno de facto.
“Con las nuevas detenciones, el gobierno de facto demuestra que está más preocupado por la política que por la vida. Los hermanos Lucy Sara Escóbar, Remmy Fernández y Osvaldo Gareca llevaban ayuda humanitaria e insumos de bioseguridad al Trópico para enfrentar la pandemia”, indicó el expresidente boliviano, Evo Morales.
Desde que se quebró el hilo Constitucional en Bolivia, el Gobierno de facto ha sido denunciado por organizaciones sociales por perseguir a los dirigentes y desatender a la población en el marco de la pandemia de la COVID-19.
Alertan sobre posible golpe al Legislativo de Bolivia
Este clima no resulta novedoso en el país, donde ya se está hablando de probable golpe de Estado en la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia desde el momento en que la fiscalía admitió una denuncia contra los principales conductores de ese órgano.
En ese sentido, el fiscal Departamental de La Paz, Marco Antonio Cossio, informó la admisión de la denuncia contra la presidenta del Senado, Eva Copa, y el presidente de Diputados, Sergio Choque, quienes se negaron a avalar el ascenso de militares hasta que no existiera un gobierno elegido en las urnas.
Lo cierto es que la Asamblea está integrada en su mayoría por miembros del Movimiento Al Socialismo (MAS) y el gobierno de facto ve en ella una barrera para sus intenciones de seguir en el poder después de las protestas de noviembre, según diversas denuncias.
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