“La patria es anterior y más importante que la democracia. El patriotismo es un sentimiento y la Constitución no es más que una ley”, esta es solo una de las polémicas frases que el general en reserva Juan Antonio Chicharro ha proferido en actos públicos. Esta, en concreto, en febrero de 2013, referida a los acontecimientos que inauguraron el procès catalán. Y lo hacía siendo miembro del órgano asesor del ministro de Defensa –por entonces, Pedro Morenés, del Partido Popular–, encargado de evaluar la "conducta intachable" de los militares.
Al que llegara a ser Comandante General de la Infantería de Marina, el grado más alto dentro de la unidad de élite, le ha acompañado siempre la polémica por sus posicionamientos políticos. Hijo de Juan Chicharro Lamamié de Clairac, combatiente de la División Azul y condecorado con la Cruz de Hierro por la Alemania nazi de Adolf Hitler, ingresó bajo el amparo del franquismo en las Fuerzas Armadas en el año 1969. Desde entonces, apegado al régimen dictatorial, su carrera a la interna del cuerpo militar no hizo más que crecer.
Según su propio currículum, llegó a ser "ayudante de Campo de Su Majestad el Rey", Juan Carlos I, en calidad de teniente coronel. Una trepidante subida, no exenta de codeos y apariciones públicas con la más alta nobleza, que experimentó sus máximos durante los gobiernos encabezados por el Partido Popular: en 2003, el Ejecutivo de José María Aznar lo nombró Segundo Jefe de la Comandancia General de la Infantería de Marina. Tan solo tres días después, el entonces ministro de Defensa Federico Trillo-Figueroa le nombraría segundo jefe de la Comandancia General de la Infantería de Marina.
Al tiempo, con la escisión más ultraderechista de los azules y su posterior creación de Vox, fue contactado por su primo segundo, Javier Ortega Smith –actual secretario general de la formación– para enfrascarse en la aventura política. Si bien es cierto que no llegó a ocupar ningún cargo a la interna, sí se le vio acompañar a los candidatos en mítines, actos públicos y discursos, donde esparció, ya sin caretas, sus soflamas ultras.
Chicharro sabe bien a quién agradecerle sus méritos. En 2018, decidió dar un paso al frente y encabezar la fundación Francisco Franco, siendo su nuevo presidente ejecutivo, lugar desde donde honra la memoria del dictador. Desde entonces, su rúbrica y palabras han aparecido en los episodios más controvertidos protagonizados por mandos o antiguos altos cargos del Ejército.
Sin ir más lejos, en el manifiesto en defensa de Franco, en varias cartas que buscaban el apoyo del Rey contra el "Gobierno social-comunista" de PSOE y Unidas Podemos o en el manifiesto firmado por otros altos cargos que, a su vez, participaron en el chat de WhatsApp donde pedían “fusilar a 26 millones de hijos de puta”.
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2 Comments
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José Ramón Mosquera Barros
12 de noviembre de 2021 18:47 at 18:47
SON UNOS VALIENTES ESTOS GENERALES FRANQUISTAS, UNA GUERRA HACE MÁS DE 250 AÑOS que no le ganan a una potencia extranjera, pero machacar al sufrido pueblo español… son los number One!!
Solo soy uno más
13 de noviembre de 2021 00:25 at 00:25
Los hijos, los nietos, los familiares, los leales servidores donde termino la saga. Nunca se fueron y aquí siguen. Sin complejos, que decía esa persona que nosequien menciona. Esa Transición de la Ley a la Ley. Un Lunes se fueron a dormir Franquistas y un Martes se despertaron Demócratas. Sin más. Y claro, a alguno le cuesta…