U.H.- Felipe González y José María Aznar representan dos épocas de España muy diferentes ideológicamente. Dos expresidentes que durante muchos años no escondieron la poca simpatía y falta de conexión política que había entre ambos. En la actualidad, parece que han encontrado un objetivo común: tumbar al Gobierno de Coalición.
Felipe González
El expresidente socialista no ha escondido su falta de complicidad y respeto hacia el secretario general del Partido Socialista, Pedro Sánchez, del que ha renegado en público en varias ocasiones. Cuando se anunció el pacto de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos, González manifestó sentirse "huérfano" políticamente. Una actitud muy diferente a la que muestra otro expresidente, José Luis Rodríguez Zapatero, que no apoyó a Pedro Sánchez en las primarias pero una vez Sánchez ganó, su actitud fue arropar las decisiones de su secretario general.
Hace unos días, Felipe González escribió en una tribuna de El País que le "perturbaba" más Pablo Iglesias que VOX. Además, para González, Almeida, Alcalde de Madrid, es el ejemplo a seguir, mientras que el Gobierno de Coalición "no tiene experiencia". Ahora mismo, González tiene más sintonía con la derecha española que con la izquierda que abanderó durante muchos años y es que surgen los rumores de que González está detrás de un plan para tumbar al Gobierno de Coalición para dar paso a un pacto entre PSOE y PP.
Pablo Iglesias y Felipe González han coincidido pocas veces y la realidad es que no han tenido la oportunidad de conversar en profundidad. Uno de los encuentros fue a finales de 2017, en una comida informativa en la sede del periódico EL PAÍS. Allí estaba González acompañado de la antigua dirección del periódico, con Cebrián y Antonio Caño al mando. Entre la veintena de asistentes, uno de ellos destaca que González quedó sorprendido con la dialéctica de Iglesias durante la comida y llegó a elogiarlo en privado.
Sin embargo, parece que aquellos elogios se quedaron ahí y en privado, ya que González no pierde ocasión en dedicar reproches a Iglesias. Incluso González no ha dudo en inventar para atacarle, ya que su última ocurrencia fue inventarse que Podemos quería romper el marco Constitucional después de que Pablo Iglesias llevara meses defendiendo aplicar la Constitución.
José María Aznar
La relación entre Aznar y su partido es muy diferente ahora a la que tenía cuando estaba Mariano Rajoy. Pablo Casado es el discípulo del expresidente de la Guerra de Irak. Aznar es la brújula de Casado, que sigue al dedillo las instrucciones que le marca Aznar desde su fundación FAES, cada vez más cerca de los postulados de la extrema derecha.
Pablo Casado se resistió en un principio a reunirse con Pedro Sánchez pero dio la casualidad que accedió a ello cuando la fundación FAES señaló que si el presidente del Gobierno convoca, "hay que acudir y muy singularmente quien lidera la oposición".
Ni rastro queda del Partido Popular de Mariano Rajoy, ya que Casado ha borrado todo rastro que recordara al talante más 'centrista' del expresidente. Mientras, prefiere seguir los consejos de Aznar para intentar recuperar el electorado más radical que se le escapó al partido de Santiago Abascal.
Y así es como el Gobierno de Coalición ha propiciado la unión de dos enemigos íntimos que ahora pretenden derrocar un Ejecutivo legítimo resultado de los votos de los españoles y españolas en las pasadas elecciones. El nuevo dúo demócrata.
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