La polémica está servida en redes sociales. Hace dos días, el exalcalde de Burgos del Partido Popular, Javier Lacalle, posteaba en su perfil de Instagram una fotografía acompañado del candidato a presidir el partido Alberto Núñez Feijóo como muestra de apoyo político. Sin embargo, algo sorprendía a los usuarios.
El gran número de copas en la mesa y lo que parecen unas manos apoyadas en el lateral despertó la curiosidad de los mismos, y la hemeroteca hizo el resto. Lacalle había omitido, a través de un tosco borrado con photoshop, al resto de comensales que le acompañaban. Un total de 5 personas se sentaban en torno a Feijóo y el exalcalde. ¿Por qué habría querido ocultar los rostros de los que les acompañaban?
Quizá porque algunos de los presentes han estado rodeados por la polémica. El empresario Antonio Miguel Méndez Pozo, el antiguo obispo de Burgos Fidel Herráez y el obispo de Santiago de Compostela Julián Barrio eran algunos de los allí presentes.
🎨 A Javier Lacalle, exalcalde de Burgos, se le ha ido un poco de las manos el Photoshop.
Foto que ha subido hoy | Foto original: pic.twitter.com/do2law2uMa
— Jesús González🌾 (@jesusgona) March 3, 2022
Antonio Miguel Méndez Pozo, condenado por corrupción
El magnate de los medios de comunicación de Castilla y León y la construcción compartía velada con ambos políticos. Es conocido por ser el primer empresario condenado por corrupción en el año 1994, por el caso conocido como el de la Construcción de Burgos, donde se le acusó de falsificación de documentos públicos y privados y fue condenado a 7 años y 3 meses de cárcel, aunque apenas cumplió 9 meses en prisión.
Esa sentencia certificaba su amistad con José María Aznar. En ella, se especificaba cómo consiguió tener un "gran protagonismo político" en Burgos, según ElPlural, de la mano del entonces alcalde José María Peña (PP), condenado por el mismo caso a 12 años de inhabilitación. De facto, durante años mantuvo relaciones con Peña y con José Luis Ulibarri, ambos imputados en Gürtel según el testimonio que acreditan los papeles de la caja B de Luis Bárcenas.
Esa amistad, junto con el indulto que impulsó Aznar de Peña, llevaron al empresario a la cima en la ciudad burgalesa. Es más, ya en 2014, con Lacalle en la alcaldía de la capital de provincia, Méndez Pozo fue el concesionario de las obras en el barrio de Gamonal, donde la construcción de un parking y un bulevar hicieron estallar las protestas del vecindario, que calificaron el proyecto como una “obra faraónica innecesaria e injustificada”.
Vínculos con Fidel Herráez, el polémico ex arzobispo de Burgos
En la estampa también aparece Fidel Herráez, antiguo arzobispo de Burgos que mantiene fructíferas relaciones con Méndez Pozo. Así lo acreditan los artículos firmados por el servidor del Vaticano en el Diario de Burgos, medio propiedad del empresario.
Herráez renunció a sus cargos en la archidiócesis el pasado mes de junio. Sin embargo, ha continuado viviendo de los recursos de la diócesis, pero sin hacer mucho caso al voto de pobreza. El clérigo invirtió 300.000 euros en la adquisición y 180.000 en la reforma de un palacete con una superficie de 930 metros cuadrados, con salón, comedor, seis habitaciones, biblioteca, terreno cuidado, pozo, merendero y hasta ascensor privado. Todo, sin ponerlo en conocimiento, tal como rige la norma eclesiástica, de las instancias directivas de su Iglesia.
Según las indagaciones del medio Religión Digital, los sacerdotes y feligreses están tremendamente descontentos con la decisión de Herráez, sobre el que dicen que porta una “herencia que pesa como una losa”. ¿El motivo? Las decisiones que tomó desde su cargo: desde la polémica construcción de las puertas de la catedral, que costaron 1.300.000 euros, así como su amistad con el controvertido empresario Méndez Pozo. Asimismo, se le conocen también relaciones con el indultado Peña, a quien nombró vicepresidente del patronato para el VIII Centenario de dicha catedral.
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