La vuelta de Ferreras en ‘Al Rojo Vivo’ no logra recuperar el desplome de su audiencia

Hubo un tiempo en el que "las cloacas" salían a relucir cada día en las tertulias televisivas de laSexta, convirtiéndose en un tema habitual que se consolidó con los escándalos de José Manuel Villarejo. Lo que pocos esperaban, es que uno de los principales implicados en toda la trama mediática fuera el mismo director de La Sexta,  Antonio García Ferreras, que fue vinculado hace apenas unos días con la campaña de difamación creada contra Podemos.

Según los datos publicados, ‘Al Rojo Vivo’ había mantenido una cuota de share media durante la temporada del 9,6% (413.000 televidentes) pero el estallido del escándalo, generó un descenso de 2,4 puntos, lo que supone una pérdida de 125.000 seguidores. Esta semana, además, Ferreras decidió tomarse unas “vacaciones” que no duraron más de dos días y volvió al plató televisivo con una “exclusiva” bajo la manga que exponía nuevos audios del excomisario y la mala praxis policial, bajo un intento desesperado de recuperar su audiencia de izquierdas, haciéndose pasar por periodista de investigación para limpiar su imagen a la vez que busca ejercer un papel anticloacas “destapando” la corrupción del país, olvidándose de que él mismo forma parte de ello. 

Este regreso, que podría haber supuesto un aumento exponencial de audiencia tras las expectativas creadas por parte de la cadena y el propio presentador, no logró recuperar a los espectadores perdidos. De forma contraria, ‘Al Rojo Vivo’ logró únicamente reunir a 383.000 personas, una cifra cercana a uno de sus mínimos históricos. Datos que deberían ser preocupantes si se tiene en cuenta que el podcast del propio Pablo Iglesias, –principal víctima de la campaña de laSexta contra Podemos– grabado con móviles y emitido sólo en la plataforma de YouTube, ha logrado tener más seguimiento que un programa en la televisión estatal.