Las referentes reivindicaron las luchas que lideran los feminismos hoy en la región y alertaron sobre los desafíos de cara al futuro.
Los obstáculos que multiplicó la pandemia, el avance de grupos antiderechos y la consolidación en el poder de sectores conservadores paralizaron, revirtieron o pusieron en riesgo algunas de las conquistas de mujeres y disidencias en América Latina. En este nuevo escenario, los feminismos buscan nuevas estrategias de lucha. La actividad “Feminismos de fronteras: prácticas insurgentes de resistencia y (re)existencia” fue una invitación para que referentes de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay compartieran algunas de estas experiencias, que si bien están condicionadas de alguna manera por las realidades locales, encuentran puntos de contacto.
Más allá de las especificidades de cada país, a lo largo de todo el continente el movimiento feminista y el LGBTI buscan erradicar problemas estructurales como la violencia patriarcal, el racismo y la pobreza, que siempre afectan más a las mujeres y las disidencias. El objetivo es siempre tener más derechos, mayor autonomía y mejores condiciones de vida. “Transformar las relaciones sociales de raza, clase y género” –como resumió una de las expositoras– y, así, el mundo.
El conversatorio estuvo organizado por el colectivo Fronteras Culturales de Brasil, Cotidiano Mujer de Uruguay y la Articulación Feminista de Marcosur, una plataforma que integran 17 organizaciones de América Latina y el Caribe. Se realizó en el marco de la vigésima edición del Foro Social Mundial, que este año se desarrolló del 23 al 31 de enero, en formato virtual.
“Me acuerdo de que en enero de 2001, cuando se hizo el primer Foro Social Mundial, las feministas éramos poquitas y estábamos ausentes. Nos peleamos mucho con nuestros compañeros de los movimientos sociales para hacer evidentes las luchas y las elaboraciones feministas. Hoy estamos en un contexto distinto y las feministas estamos en muchos terrenos y espacios, con muchas conquistas, y también con una irreverencia y una potencia que interpela”, dijo al inicio Lilián Celiberti, de Cotidiano Mujer, que moderó el evento junto a María Fernanda Passos, de Fronteras Culturales. “Por eso nos parecía tan interesante traer aquí este debate de feministas de frontera, pensando la frontera no sólo como un territorio geográfico sino como la frontera de las interpelaciones que nos hacemos desde cada una de las realidades, los lugares, los espacios, las construcciones de sujetas y de las luchas que hacen que esas interpelaciones nos hagan cambiar los imaginarios”, explicó.
La encargada de abrir el debate fue la socióloga argentina María Alicia Gutiérrez, coordinadora de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, quien hizo un repaso de la lucha por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) en su país, desde la década de 1990 hasta la histórica aprobación hace poco más de un mes.
Le siguió Alondra Carrillo, candidata a la Asamblea Constituyente de Chile e integrante de la Coordinadora Feminista 8M, quien relató cómo se consolidó la práctica política de esta plataforma y el protagonismo que tuvieron los feminismos en la revuelta que estalló en octubre de 2019 en el país.
Por su parte, Analba Brazão Teixeira –feminista antirracista brasileña, educadora e integrante del colectivo SOS Corpo-Instituto Feminista para la Democracia– expuso sobre la lucha de los afrofeminismos en el Brasil de Jair Bolsonaro.
Estaba prevista la participación de Delfina Martínez, activista transfeminista uruguaya, productora cultural, integrante del colectivo Mizangas y una de las impulsoras de la ley integral para personas trans. Sin embargo, por un problema técnico, no pudo hacer la presentación. “Me da mucha pena porque es una perspectiva que buscamos traer específicamente, entre otras cosas porque dentro de los feminismos hay un debate y un movimiento antirreconocimiento de las identidades trans”, lamentó Celiberti, y dejó planteado el tema.
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