Los ultraconservadores siguen acosando a las mujeres que tratan de abortar

Las mujeres que deciden libremente interrumpir su embarazo, se encuentran, en muchas ocasiones, en situaciones de acoso cuando acuden a  las clínicas, a pesar de que la práctica es legal en España. Así ocurre en la Clínica Acuario –que ofrece este servicio desde 1985– situada en el centro de Valencia, donde varios grupos de personas ultraconservadoras se concentran, dando comienzo a una iniciativa denominada ‘40 días por la vida’.

Esta campaña está inspirada en el movimiento antiabortista americano –que actualmente experimenta su mayor auge en los últimos 50 años, debido al número de leyes que restringen este derecho– y consiste en acudir todos los días al centro médico para rezar de forma continua frente a él. En España, las campañas de oración comenzaron en El Puerto de Santa María (Cádiz) en el 2016 y desde entonces no han dejado de extenderse.

Miembros de estas asociaciones católicas y ultraderechistas siempre se defienden en que "es un acto pacífico y silencioso" pero lo cierto, tal y como queda ahora reflejado en la ley, es que es un acto de coacción que hace del entorno de estas clínicas un espacio inseguro. A pesar de que ahora queda tipificado como delito, algunos jueces no consideran este acto como “intimidatorio” y por eso permiten que estas personas sigan acudiendo a los centros a rezar con sus rosarios. 

Desde las clínicas advierten que siempre han sentido este acoso de los grupos de derecha y ultraderecha, desde que es legal abortar en nuestro país, pero que en estos últimos años se ha recrudecido y ya no se trata únicamente de personas de mediana edad muy creyentes que se acercan a las inmediaciones a rezar sino de jóvenes que hacen ruido, lanzan pintura e increpan a quienes acuden allí. En este caso, el grupo ultracatólico ha convocado a 202 voluntarios ante la clínica, con indicaciones y un cronograma con los turnos. Una iniciativa, que ha sido apoyada también por el obispo José Ignacio Munilla, que no ha dudado en responder: “Que sepáis que no estáis solos”.