El informe forense sobre la muerte de Pablo Neruda, que será presentado públicamente este miércoles, confirma que el poeta y político comunista chileno fue envenenado por agentes del general golpista Augusto Pinochet, según ha adelantado este martes la familia del propio Neruda, premio Nobel de Literatura en 1971. Neruda, que formaba parte del Comité Central del Partido Comunista de Chile, murió el 23 de septiembre de 1973, sólo 12 días después del golpe de Estado, encabezado por Pinochet, que derrocó al presidente legítimo de Chile, el socialista Salvador Allende, y acabó con su vida.
El abogado Rodolfo Reyes, sobrino de Neruda –quien supuestamente murió como consecuencia de un cáncer de próstata avanzado–, ha destacado este martes en la Cadena SER que el poeta y político comunista chileno era un líder de opinión y por ello “un peligro público” para Pinochet, y ha recordado que en 2017 se encontró en los huesos de Neruda una “gran cantidad de ‘clostridium botulinum’”, bacteria patógena que provoca el botulismo. “Eso nunca debió haber estado en la osamenta, en el cuerpo de Neruda, y eso fue inyectado. Entonces, como abogado, me hace decir que a Neruda lo eliminaron en Chile. ¿Quién? No lo sabemos todavía. Eso se va a saber, y por supuesto que tuvo que ser agentes del Estado”, ha sostenido.
Efectivamente, un grupo de forenses ya señaló en 2017 que el premio Nobel no murió de cáncer, y Manuel Araya, chófer y asistente personal del poeta y político comunista chileno, ha asegurado muchas veces que Neruda fue “asesinado” por el régimen del golpista Pinochet.
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