En las últimas semanas hemos visto cómo se han intensificado los ataques, señalamientos y agresiones a colectivos LGTBI, algunas de ellas a plena luz del día y con total impunidad. Las falsas denuncias como la que hemos conocido esta tarde en relación al suceso que tuvo lugar Malasaña no oculta la dura realidad y los datos son demoledores: los incidentes de odio al colectivo LGTBI en Madrid ascienden sólo este año a 1096 incidentes según el Observatorio de LGTBIFOBIA y los delitos de odio contra el colectivo LGTBI se han incrementado en un 43% en el primer semestre de 2021 en el conjunto del país.
Estos ataques y señalamientos son los mismos que sufren también los colectivos feministas y antirracistas. Las causas directas de estos ataques tienen que ver con la homofobia, el machismo y el racismo, fenómenos que crecen a diario con el apoyo inestimable de los discursos de odio de la ultraderecha pero también con la difusión de esas ideas a través de determinados medios de comunicación. El blanqueamiento mediático al fascismo no es nada nuevo, y sus consecuencias las estamos viviendo por desgracia estos últimos días.
Cuando se dice que algunos medios son cómplices por dar voz a la ultraderecha nos referimos a hechos como lo ocurrido este martes en TVE, donde fue entrevistado el portavoz de Vox, Ortega Smith. En esa entrevista y lejos de condenar todo tipo de violencias, lo que hizo fue señalar a un colectivo vulnerable que nada tiene que ver con la violencia (lo dicen los datos, no yo). Así pues, el señor Smith dijo textualmente que “la violencia tiene una causa directa con la entrada masiva de inmigración ilegal”.
Por su parte, el alcalde de Madrid, Martínez-Almeida, portavoz del Partido Popular, socio de gobierno de Vox en varias comunidades autónomas, ha dicho en una entrevista en la Cadena SER que “equiparar el mensaje de Vox con que se pueda producir lo que se produjo ayer en las calles de Madrid quizás es excesivo (…) Decir que Vox puede estar detrás con sus mensajes de que se cometa una salvajada como la de ayer me parece que quizás es una equiparación un tanto injusta".
¿Le parece al señor Almeida injusto y exagerado todo lo que pide Vox en su programa electoral? ¿Es injusto y exagerado las políticas que reivindica Vox en ayuntamientos, parlamentos y gobiernos? Hagamos un repaso rápido de algunas declaraciones de miembros de Vox en relación al colectivo LGTBI:
Iván Espinosa de los Monteros en una entrevista con el periódico 'El Mundo' señaló que “el problema es que en España hemos pasado de un extremo a otro. De pegar palizas a los homosexuales a que ahora esos colectivos impongan su ley”.
También se pueden leer tuits de diferentes dirigentes del partido haciendo sorna. El actual responsable estatal de Prensa llegó a preguntarse “por qué los gays celebran tanto el día de San Valentín, si lo suyo no es amor, es sólo vicio”. Por su parte, Rocío Monasterio afirmó que la celebración del Orgullo es “una caricatura denigrante de las personas LGTBI”.
El señalamiento público de la ultraderecha no sólo se hace a través de los medios de comunicación o en las redes sociales. Las políticas que defienden son homófobas. Recordemos cómo hace no mucho tiempo Vox pedía en la Comunidad de Madrid que se identifique a quienes dan charlas LGTBI en colegios. Una especie de caza de brujas en toda regla. Algo que encaja en su modelo de defensa de la familia “tradicional y natural”, tal y como ellos han defendido con su propuesta de “Ley de protección de la familia natural”, mostrando su rechazo al matrimonio igualitario.
Abascal fue un paso más allá en una entrevista en Antena 3 en 2019, cuando llegó a afirmar que “se trata de una unión civil como la que podrían tener dos hermanas viudas. El matrimonio es una institución que históricamente ha unido al hombre y a la mujer”.
En definitiva, todo el discurso de odio y las políticas que defiende la ultraderecha forman parte de una misma agenda política autoritaria, retrógrada y homófoba que anhela que sea el Estado quien ejerza el monopolio de la violencia contra el colectivo LGTBI, contra la población migrante o contra el feminismo.
Un fenómeno global que está en auge y al que hay que ponerle freno sin miramientos. Porque mientras ellos atacan y amenazan como hoy en su rueda de prensa, aplicando su estrategia de judicializarlo todo, muchas personas LGTBI, muchos migrantes y muchas mujeres viven su vida con miedo. Es responsabilidad del conjunto de la sociedad pararle los pies a la ultraderecha.
Frente al fascismo, defendamos la libertad y la democracia.
TE NECESITAMOS PARA SEGUIR CONTANDO LO QUE OTROS NO CUENTAN
Si piensas que hace falta un diario como este, ayúdanos a seguir.
